Hidrógeno y química en Tarragona
( traducción del catalán del artículo publicado en Diari de Tarragona el 29 de enero de 2019 )
Este domingo se presenta en Garcia – Ribera de Ebro – un magnífico artículo muy documentado del profesor de la UPC Carles Riba y Eduard Furró, ingeniero industrial, ambos verdaderos sabios de larga trayectoria científica y divulgativa. Este artículo, que he tenido el privilegio de leer, sostiene la tesis de que las nucleares no deben cerrarse sino sustituir por otro uso energético aprovechando así las redes de conducción de electricidad y las propias instalaciones. Al respecto vienen trabajando hace tiempo y gracias a su maestría escribí en este mismo diario un artículo el pasado catorce de junio. Todo lo que sabía sobre ello en aquellos momentos lo había aprendido de ellos y de mi experiencia profesional que he continuado profundizando en otros campos de usos, generación y futuro del hidrógeno.
Esta es una de las soluciones al enorme problema de la energía y el propósito de descarbonización de la economía para evitar el aumento de temperatura del planeta y resolver la contaminación que no enferma ni mata la Tierra que puede sobrevivir a cualquier cambio sino, digámoslo claro, a los seres vivos y entre ellos a los humanos.
En la transición energética que todos debemos iniciar más pronto que tarde – las administraciones, las empresas, las ciudades y en cada domicilio- hay un principio aceptado por todos: cambiar la economía del carbono y por tanto, los combustibles fósiles y el uranio hoy ya sabemos que es posible hacerlo por una energía procedente de fuentes renovables. Por lo tanto. cualquier resistencia a este objetivo, insistir en las viejas energías contaminantes y peligrosas es ir en la dirección equivocada, dificultar el nuevo camino, no emplear el tiempo en economía y puestos de trabajo con futuro y dejar que otros que se deciden por las nuevas soluciones nos adelanten y estén más preparados que nosotros.
Pero también sabemos que avanzar en el camino de las renovables requiere progresar en sistemas de almacenamiento de energía porque no siempre hace viento ni sol. Y una de las formas de guardar la energía es el hidrógeno que cada vez se ve más como una de las soluciones limpias porque es un vector energético que en su uso con el oxígeno se convierte en vapor de agua.
El pasado noviembre pude participar en Bruselas en una jornada dedicada exclusivamente al hidrógeno y puertos donde se aportaron varias experiencias entre las cuales una que me hizo pensar en Tarragona: la de los puertos de la región de Humber en Gran Bretaña donde los puertos colaboran con las principales industrias, incluyendo la industria química con numerosas iniciativas de I + D y con puestos de trabajo altamente cualificados. La industria química en Humber ya produce hidrógeno como subproducto, mantiene cinco estaciones de reabastecimiento de hidrógeno con flotas cautivas. El consorcio Team Humber Marine Alliance ha unido a un consorcio de regiones del sur del Mar del Norte con el objetivo de crear un “Jardín de Energía Innovadora” del Mar del Sur. Este será un “laboratorio de campo” para la integración energética, incluido el hidrógeno.
El Puerto de Valencia, más cerca, comienza a trabajar con un proyecto europeo de cinco millones de euros relacionado con hidrógeno y el de Barcelona, que participa con el de Rotterdam, Hamburgo, Los Ángeles, Long Beach y Vancouver en una serie de proyectos que tratarán el tema del calentamiento global en el marco del Programa Mundial de Acción Climática de los Puertos, prepara una jornada el 28 de febrero sobre el tema.
Enagás, Acciona y Cemex acaban de anunciar el proyecto ‘Power to Green Hydrogen Mallorca’ que consiste en la creación de la planta de hidrógeno renovable más grande de Europa mediante un parque fotovoltaico, para su uso como combustible para transporte .
Las empresas gasistas ya han estudiado cuánto hidrógeno se puede inyectar a sus redes con una proporción que no haga necesario cambiar los equipos actuales y que parece que está sobre el 20% de mezcla con el gas que usamos ahora.
Por otra parte, la UE hará pronto público un libro blanco sobre el hidrógeno con objetivos para 2030 no inferiores al almacenamiento de 30 GW. No es mucho pero nuestras nucleares pueden jugar su papel a ser candidatas.
Todavía hay mucho que investigar y muchos problemas a resolver pero nos encontramos ante una gran oportunidad y desde este modestos artículo, pienso que Tarragona no debería perder la oportunidad de ser líder y su industria química podría ser una gran protagonista no sólo en el hidrógeno sino en muchas otras nuevas oportunidades de materiales para producir energía fotovoltaica, termosolar, baterías o, como el caso que nos ocupa, el hidrógeno.
Y, por supuesto, la Universidad Rovira i Virgili y el Puerto de Tarragona. Perdimos la oportunidad del proyecto Zèfir en L’Ametlla de Mar de investigación de eólica en aguas profundas y el IREC – Instituto de Investigación de Energía de Cataluña – con sede también en Tarragona, podría jugar por fin, el papel que habíamos soñado cuando el creamos. Nos ponemos?
Xavier Sabaté
Co-fundador de Fórum Ecològic