El Manifiesto del Fòrum ecològic de Catalunya
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Millones de ciudadanas y ciudadanos desean cambiar las condiciones que han provocado la mayor crisis que sufrimos que no es sólo económica y financiera sino también de modelo de crecimiento, de modelo productivo y, en última instancia, también ecológica y de valores. De ahí la indignación y el deseo de cambio profundo para buscar y poner en práctica alternativas con imaginación y responsabilidad, pasión y ambición. Desde el ecologismo de progreso queremos contribuir a esta lucha para cambiar radicalmente, situar a las personas como prioridad y la economía a su servicio y no al revés.
No podemos quedarnos en la pasividad
Para ser personas activas en el debate, en la promoción de nuevas ideas y actitudes, en la presión a los gobiernos, en la concienciación de toda la sociedad en el principal problema que tenemos que es el de la vida del planeta y, por lo tanto, la nuestra en condiciones dignas, nace este Fórum Ecologista de Catalunya. Porque no podemos permanecer expectantes y menos las personas de progreso, ante el predominio de las élites financieras que ahora incluso dictan la política a los gobiernos. Es necesario invertir los términos: el mercado que nos han robado la soberanía y nos ha hecho hombres y mujeres más dependientes que nunca, debe supeditarse a las necesidades de las personas, a su seguridad y a su salud.
Los gobiernos de la derecha y los grandes monipolios no lo harán
Mientras crecen las desigualdades sociales, se degrada la forma irreversible el medio ambiente y no se regenera el sistema de producción, los actuales gobiernos de Cataluña y España no se enfrentan a esta realidad. El primero, obsesionado con la construcción de un nuevo viejo estado ignora que los estados se han revelado incapaces de resolver los problemas de la gente y sus necesidades. Por el contrario, debería perseguir el cambio hacia nuevas formas de organización de la atención a los ciudadanos, las ciudades y, sobre todo, la construcción de una Europa de los pueblos. En Cataluña, mientras tanto crece el paro, la pobreza y las dependencias de monopolios mientras se degradan los servicios públicos que deberían corregir las desigualdades sociales.
El gobierno de España no se plantea otra vez fórmula que repetir la que nos ha conducido al fracaso: el mismo modelo productivo y la defensa a ultranza del viejo modelo de estado re-centralizado mientras crecen las desigualdades territoriales y sociales.
Desde una perspectiva ecologista, denunciamos esta situación y abogamos por un cambio radical para lograr un nuevo orden y una nueva relación con España en el marco de una Europa Unida, de los ciudadanos y ciudadanas y federal.
Un mundo en equilibrio, un mundo ecológico
Durante los últimos decenios se ha alterado más que nunca el equilibrio planetario. Es la crisis ecológica que supera fronteras administrativas, sociales, éticas, políticas y generacionales. El último informe sobre el clima cambia del IPCC presentado en Estocolmo el 27 de septiembre de 2013 alerta a los gobiernos de que la temperatura del planeta podría aumentar 4.8 grados hasta 2100 con consecuencias nefastas para toda la vida en la tierra. Los mercados no tendrían que seguir ciegos a esta realidad porque a pesar de que no podemos traducir el medio ambiente, la vida y la salud en términos económicos, ahora ya se sabe que la degradación del planeta hasta se puede expresar en costos.
Como ecologistas de progreso
Las personas ecologistas progresistas no podemos aceptar por más tiempo socializar el riesgo y privatizar los beneficios. La crisis ecológica, la financiera, la energética, la del clima son oportunidades para una nueva política industrial, para aprovechar recursos renovables y abandonar la era nuclear y los combustibles fósiles. Porque la ecología es hoy un aliado y no una competidora de la economía y del éxito de esta nueva alianza dependerá la prosperidad, el progreso y la justicia social. Si no fuera así, la nueva exclusión que supone la injusticia ambiental acabaría siendo una amenaza injusta para las generaciones actuales y futuras.
Por otro lado, a menudo se ha cometido el error de plantear la sostenibilidad como un objetivo político cuando debería ser una característica de cualquier sistema. Es decir, cualquier sistema debe ser sostenible o no será. En este sentido nos proponemos hacer pedagogía con todo el mundo, con la mirada crítica de la ecología social y la sostenibilidad.
Para las personas que venimos de una tradición de progreso, es un imperativo ético hacer compatible la conservación de los ecosistemas frágiles y llevar la prosperidad al último lugar del planeta. Tenemos capacidad tecnológica, recursos financieros y capacidad humana. Hace falta ambición y voluntad.
La ecología social requiere una gran movilización
Los retos son enormes pero apasionantes: uso racional de los recursos escasos (agua, energía), protección de ecosistemas frágiles y minimización y reciclaje de residuos.
Abandonar las tecnologías basadas en recursos finitos y limitados (combustibles fósiles y nucleares) asociados a las emisiones de CO2 y/o a enormes riesgos, expandir las tecnologías que utilizan recursos renovables e ilimitados y una revolución energética que sitúe al ciudadano en el centro de un modelo energético descentralizado y más democrático. Cuidar del agua como un bien escaso y público y tratar adecuadamente los residuos.
Pero no se producirá el cambio que pretendemos sin motivar a las personas para construir una nueva mayoría social; ni la sociedad se movilizará si no ve horizontes de esperanza y perspectivas para el futuro. A ello quiere contribuir el Fórum Ecológic. Necesitamos urgentemente un cambio. No podemos permitirnos una política sin ambición que gestione la realidad sin actuar para transformarla. Es hora de poner en la agenda económica, política, social, cívica y sindical del siglo XXI la ecología social.
Diez puntos para una ecología social
Los ecologistas y progresistas que firman este manifiesto, conscientes de que los retos sociales y ecológicos son los verdaderos retos del siglo XXI, creemos que son necesarios pasión, energía, compromiso para cambiar radicalmente la situación actual y nos reunimos en este foro ecológico con los siguientes objetivos:
1 – Un nuevo sistema productivo, una economía verde
La ecología es una oportunidad para la innovación tecnológica y para hacer frente a una reconversión de la sociedad industrial con tecnologías del futuro.
2 – Una sociedad solidaria
No podemos dilapidar recursos de otros pueblos del planeta ni comprometer las generaciones futuras que no pueden tener perspectivas peores que las de sus padres. Son dos retos éticos.
3 – Un futuro d energías renovables
La revolución energética debe traernos una energía segura, asequible, limpia y distribuida. Hay que acelerar esta apasionante transición tecnológica, social y política.
4 – Una sociedad particiaptiva con igualdad de oportunidades
Fortalecer el espacio público, construir una democracia participativa con instituciones abiertas al diálogo no secuestradas por élites o poderes tecnocráticos y con transparencia para evitar la opacidad de intereses cruzados, clientelismos y lobbys.
La igualdad de oportunidades es todavía una asignatura pendiente. Las diferencias por razón de género, las diferencias escandalosas de salario, acceso a servicios de salud, educativos, sociales, la pobreza energética nos obligan a trabajar para reducirlas.
5 – Una economía de mercado justa y sostenible
Es necesario un mercado controlado por la democracia y no una democracia controlada por el mercado. Por eso tenemos que fortalecer a los reguladores y supervisores de los riesgos financieros y tecnológicos y erradicar la corrupción.
6 – Más Europa, más democracia, más allá de las fronteras
La crisis sólo se supera mediante el fortalecimiento de Europa hasta que sea un verdadero estado descentralizado, más democrático, que recupere la soberanía robada por los mercados financieros que se han apropiado de las deudas nacionales.
7 – Poder local, una ciudadanía más responsable
El siglo XXI tiene que afrontar los nuevos retos teniendo como vanguardia pueblos y ciudades en la ecologización de la economía que otorgue un nuevo papel a los ciudadanos. En particular, las ciudades tienen que adquirir nuevos protagonismos en el nuevo modelo energético.
8 – El cambio climático forma parte del cambio global, el reto del siglo
La seguridad mundial ya no son sólo los derechos humanos o la garantía de la paz, sino también el cambio climático que requiere nuevas formas imaginativas de cooperación internacional. La actividad humana insostenible no sólo tiene efectos sobre el cambio climático, también representa una destrucción masiva de la biodiversidad que tenemos que preservar de los desequilibrios de la actividad humana.
9 – Nuevas pautas y hábitos de consumo
Los hábitos de consumo de los últimos decenios no han respondido a las necesidades reales de los ciudadanos. Queremos trabajar para conseguir un consumo con criterios responsables de protección del medio ambiente, de los derechos de las personas y de crecimiento personal y colectivo sostenibles.
10- Derechos civiles y sociedad abierta
La seguridad debe estar al servicio de la libertad. Nuestro objetivo es una nueva cooperación internacional como forma de fortalecer la seguridad mundial, diálogo y la comprensión de la diversidad cultural.
Queremos contribuir a construir un futuro mejor y colocarlo en el corazón de las personas de progreso. Tenemos por delante un deber y una responsabilidad compartida. Te invitamos a firmar este manifiesto y a mantenernos en contacto para trabajar en red por una Cataluña y un mundo más justos.
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